"Recuperación de un terreno contaminado (suelos y aguas) por DNAPL's en Catalunya"
Josep Anton Domènech y Josep-Miquel Subirana, Junta de Residus

Hacia el final de 1994 el pozo de abastecimiento de agua de un núcleo urbano y residencial tuvo que ser clausurado por la presencia de percloroetileno (PCE) en el agua. Se identificó el foco de contaminación en las instalaciones de una lavandería industrial que usaba PCE como disolvente para limpieza. Los primeros trabajos permitieron conocer el alcance de la contaminación del subsuelo del polígono y evaluar su gravedad.

Los materiales afectados forman parte de un acuífero aluvial. La contaminación se produjo por infiltración de producto en el terreno, debido al mal estado de las instalaciones y condiciones incorrectas de almacenamiento, a lo largo de años de funcionamiento, impregnando la zona no saturada y llegando hasta el agua subterránea. El área contaminada delimitada fue de unos 2000 m2 alrededor de las instalaciones con una profundidad de 12 m. Las concentraciones más elevadas de PCE en el agua subterránea, superiores a 1 mg PCE/l, se detectaron 400 m aguas abajo de las instalaciones.

Teniendo en cuenta los condicionantes técnicos y económicos, se implementó un dispositivo de recuperación clásico que incluyó: Extracción de vapores del suelo ("SVE: soil vapour extraction"); bombeo y tratamiento de las aguas subterraneas alrededor del foco; inyección de aire en el subsuelo para acelerar la movilización local del PCE; seguimiento y estudio de la evolución de las concentraciones aguas abajo. Se extrajeron 4200 kg de PCE de la zona no saturada y 560 kg de las aguas bombeadas tratadas.

El coste de estos trabajos de recuperación, fue del orden de 120 veces superior a lo que hubiera costado, en su momento, un tratamiento adecuado de los residuos que provocaron la contaminación.

El seguimiento de la contaminación remanente (residual) y la elaboración de un modelo conceptual de migración de ésta en la zona de influencia han puesto de manifiesto que los niveles de PCE en el agua subterránea están todavía por encima de los niveles de potabilidad en más de un orden de magnitud.

Estos trabajos de seguimiento y ensayos específicos, tanto en laboratorio como en campo, de técnicas más exhaustivas de recuperación y la calibración del modelo numérico de flujo y del transporte, han de servir como apoyo para definir la estrategia de gestión del emplazamiento en el futuro.